Obtenga más información sobre la impresionante velocidad de las alas de los colibríes.
¿Qué tan rápido vuelan los colibríes? La velocidad del ala del colibrí varía según la especie. Cuanto más pequeño es el colibrí, más rápido bate sus alas. Las alas del colibrí garganta de rubí baten unas 50 veces por segundo.
Las alas de un colibrí rufo baten a una velocidad de entre 52 y 62 aleteos por segundo. El colibrí gigante de los Andes, de aproximadamente la misma longitud que un cardenal, tararea a 12 latidos por segundo. El colibrí abeja de Cuba, el pájaro más pequeño del mundo con solo 2 pulgadas desde la punta del pico hasta la punta de la cola, zumba a 80 latidos por segundo.
La llegada de la fotografía en movimiento de alta velocidad ha permitido a los científicos medir y estudiar con precisión los movimientos de las alas que son demasiado rápidos para que los vea el ojo humano. Los colibríes baten sus alas entre 10 y más de 80 veces por segundo mientras flotan.
Baten sus alas aún más rápido durante las exhibición de cortejo inmersiones que realizan los machos de algunas especies. Además, los colibríes pueden volar muy rápido, alcanzando habitualmente velocidades de 20 a 30 millas por hora. Triplican esa velocidad durante esas increíbles inmersiones de cortejo.
Los colibríes que vuelan más rápidos
Los colibríes más veloces vuelan extremadamente rápido. Christopher James Clark, que ha realizado una extensa investigación sobre colibríes en la Universidad de California en Berkeley, descubrió que durante su inmersión de cortejo, el macho colibrí de Anna pliega sus alas hacia adentro.
Alcanza una velocidad máxima promedio de aproximadamente 90 veses por segundo. Esta es la velocidad más alta jamás registrada para un vertebrado, en relación con el tamaño. Aún más increíble es que cuando se eleva, con las alas extendidas, el pájaro experimenta aceleraciones centrípetas casi nueve veces mayores que la aceleración gravitacional.
En resumen, los colibríes pueden volar más rápido que un avión de combate, en relación con su tamaño. Pueden soportar fuerzas G que harían que una persona promedio se desmayara.
Los colibríes también son expertos en flotar, la estrategia empleada por la mayoría de las especies para alimentarse del néctar de las flores. También pueden volar hacia atrás e incluso, por breves instantes, boca abajo.
