GUÍA DE AVES

Calamoncillo africano (Porphyrio alleni)

Calamoncillo africano (Porphyrio alleni)

Ave Ocasional

Clasificación

Orden: Gruiformes

Familia: Rallidae

Longitud

22-26 cm

Envergadura

50 cm

Identificación

El calamoncillo africano recuerda al calamón común, pero posee un tamaño mucho menor y tiene un pico más pequeño y grácil, así como un escudo frontal azulado en lugar de rojo (
). A diferencia del calamoncillo americano, el pico carece de punta amarilla, en tanto que las patas son rojas, no amarillas.

Los jóvenes presentan una coloración general crema en las partes inferiores y marrón en las dorsales, donde, además, las plumas muestran bordes pálidos muy definidos, que les otorgan un aspecto escamoso. En los inmaduros se aprecia una mezcla de plumas juveniles y adultas, estas últimas azules o verdes y de aspecto metálico.

Ecología

Ocupa una gama muy amplia de humedales de agua dulce, a muy diferentes altitudes.

Come flores, semillas, tallos y hojas de plantas acuáticas, así como lombrices de tierra, moluscos, crustáceos, insectos, arañas, huevos de peces, e incluso peces pequeños.

Normalmente instala sus nidos en carrizales u otra vegetación densa a la orilla del agua. Las puestas constan de tres a ocho huevos.

Distribución en el mundo

En la mayor parte del África subsahariana, así como en Madagascar, se trata de una especie común y en ocasiones numerosa. En algunas zonas se comporta como residente, pero en otras como migradora, con movimientos ligados a la estacionalidad de las lluvias. En África occidental se desplaza hacia el norte para reproducirse durante la estación húmeda (aproximadamente en nuestro verano).

Citas en España

Hay bastantes apariciones de divagantes en Europa, más frecuentes en los países del sur.

En España se conocen unas cuantas, la primera ya en el siglo XIX. En el periodo 1984-2003 se homologaron 14, de las que 6 correspondían a Canarias y 3 a Andalucía. Por otra parte, el 25 de enero de 2010, un ejemplar era recogido exhausto en Plasencia, muriendo al día siguiente.

Como es habitual en Europa, las observaciones se centran en torno al mes de diciembre (plena estación seca en África occidental).

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba