Escribano montesino (Emberiza cia)
El escribano montesino es uno de nuestros emberícidos más comunes y extendidos. Se trata de un ave poco exigente que se instala en todo tipo de áreas quebradas y montuosas, en las que selecciona sobre todo laderas pedregosas con matorrales dispersos, piornales, escobonales y bosques abiertos de casi todo nuestro territorio. Los datos más recientes parecen indicar una ligera recuperación poblacional en los últimos años.
Clasificación
Orden: Passeriformes
Familia: Emberizidae
Longitud
15-16,5 cm
Envergadura
21,5-27 cm
Identificación
Se trata de un escribano bastante grande y voluminoso, con las alas relativamente cortas y la cola larga, que luce en la cabeza tres características listas oscuras. La cabeza, el cuello, la nuca y la parte superior del pecho son de color grisáceo, en tanto que el resto del cuerpo presenta tonos pardos o rojizos.
Fuera de la estación reproductora, los machos (
) se asemejan a las hembras (
) y a los inmaduros, aunque en el periodo de cría su coloración se hace más brillante, con abundancia de tonos anaranjados en el pecho y en el vientre.
El joven presenta un plumaje parduzco y fuertemente estriado en el pecho. La cabeza es marrón-ocre y no presenta bandas laterales.
Canto
A menudo emite como reclamo suaves silbidos, tsi, algo prolongados. En primavera, el macho lanza desde lo alto de un arbusto o una roca un trino claro, bastante elaborado y diverso, que comienza de manera entrecortada, para luego acelerarse y adornarse con marcados cambios de ritmo.
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