Calamón común (Porphyrio porphyrio)
Hacia la década de los años sesenta del siglo pasado, la destrucción de muchos humedales y la presión cinegética condujeron a una situación muy delicada al calamón común, el más grande y espectacular de los rálidos europeos, que, por aquel entonces, quedó confinado a las marismas del Guadalquivir. Actualmente, y gracias en parte a la protección dispensada a nuestros humedales, a la eliminación de la presión cinegética y a exitosos programas de reintroducción, así como a una sorprendente capacidad de colonización, el llamativo calamón ha consolidado de manera segura sus poblaciones.
Clasificación
Orden: Gruiformes
Familia: Rallidae
Longitud
45-50 cm
Envergadura
90-100 cm
Identificación
El calamón común es el mayor de los rálidos europeos y aspecto absolutamente inconfundible. Los ejemplares adultos lucen un plumaje de tonos azulados y violáceos con reflejos purpúreos, que se torna azul metálico en la cara, la parte anterior del cuello y la zona superior del pecho. Las infracoberteras caudales, de color blanco puro, contrastan vivamente con el resto de la librea del ave, y son utilizadas por el calamón para expresar sus estados de ánimo y comunicarse con otros ejemplares. Las partes desprovistas de plumas se caracterizan también por su viva coloración, especialmente durante la época de celo, ya que tanto el cónico y robusto pico como el escudete frontal y las patas lucen un intenso color carmesí. Estas últimas, francamente singulares, reflejan su forma de vida: son considerablemente largas y aparecen rematadas por larguísimos dedos con gran capacidad prensil, que el ave emplea para manejar tallos, moverse entre las cañas y deambular por la vegetación flotante (
).
Los calamones jóvenes no exhiben un plumaje tan espectacular como el de los adultos, ya que en ellos predominan los tonos azulados más bien grisáceos en el dorso y los blanquecinos en el vientre, en tanto que las zonas desnudas (patas, pico y escudete), aunque rojizas, no presentan la brillante coloración de las aves maduras (
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Este rálido, al igual que la generalidad de los componentes de la familia, es un volador bastante torpe. No obstante, se desplaza con soltura entre las cañas y prefiere escabullirse entre ellas en caso de alarma o peligro. Las escasas ocasiones en que vuela (por lo común no más de 15 o 20 metros) se desplaza con frecuentes aleteos de sus cortas alas, mientras mantiene colgando las patas.
Canto
Emite vocalizaciones muy diversas, algo parecidas a las de la gallineta común, pero más roncas y graves. El reclamo es una especie de choc-choc.
Más información
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