Cárabo común (Strix aluco)
Se encuentra entre las rapaces más frecuentes del continente europeo, donde alcanza densidades elevadas. En nuestro país también resulta común, sobre todo en algunos bosques del norte de la Península, donde se trata de la rapaz nocturna más habitual y extendida. De hábitos generalistas y dotado de una gran adaptabilidad a la hora de instalarse y de procurarse alimento, este robusto búho es una de las pocas especies de rapaces que no parecen verse demasiado afectadas por los constantes cambios que provoca el hombre en el medio natural.
Clasificación
Orden: Strigiformes
Familia: Strigidae
Longitud
37-43 cm
Envergadura
81-96 cm
Identificación
El cárabo común presenta una voluminosa cabeza en la que destacan unos enormes y globosos ojos negros, lo que, unido a la ausencia de penachos cefálicos (“orejas”) y a su aspecto rechoncho y robusto, permite diferenciarlo fácilmente del resto de nuestras rapaces nocturnas (
). Su plumaje resulta extraordinariamente mimético (
) y presenta una gran variabilidad en cuanto a color, ya que existen ejemplares grisáceos, rojizos y marrones. En todos los casos, el diseño consiste en una compleja mezcla de punteados, barrados y vermiculados, que imitan a la perfección la corteza de los árboles. La cara es de color blancuzco, grisáceo o rojizo, y en ella destacan dos listas blanquecinas a modo de “cejas”.
Canto
El sonido más característico de la especie es un ululato lastimero, semejante a una risotada, con secuencias repetidas de notas largas alternadas con notas más cortas, transcribible como houuuuu, ho, ho, ho, houuuuu. La hembra tiene un canto parecido, pero menos insistente y sostenido. El reclamo de llamada consiste en un ku-wik estridente y repetido, parecido al sonido de alerta, que es un kuuá terminado bruscamente.