Chocha perdiz (Scolopax rusticola)
No cabe duda de que la chocha perdiz o becada es una limícola muy particular, ya que prefiere instalarse en el interior de bosques densos y húmedos, donde se mueve discretamente entre la hojarasca. Dotada de extraordinarias adaptaciones, como su críptico plumaje, un largo y sensible pico y un amplísimo campo de visión (gracias a la posición de los ojos en su cráneo), la chocha perdiz es un ave huidiza y enigmática, que en nuestro territorio se reproduce en escaso número, si bien durante la invernada se reciben abundantes ejemplares procedentes del norte y centro de Europa.
Clasificación
Orden: Charadriiformes
Familia: Scolopacidae
Longitud
33-38 cm
Envergadura
55-65 cm
Identificación
La chocha perdiz es una limícola relativamente grande, de largo pico, patas bastante cortas y grandes ojos oscuros, muy desplazados hacia atrás y hacia arriba en la cabeza. Posee un plumaje extremadamente críptico, dominado por los tonos marrones y rojizos, que en el dorso adquieren una notable complejidad, con un diseño abigarrado de barrados, punteados y manchas de diferente tonalidad (
). Las regiones ventrales son de tonos cremosos, con abundantes estrías transversales de color más oscuro. Los adultos y los jóvenes son prácticamente idénticos.
En vuelo resulta más pesada que otras especies cercanas y se caracteriza por sus alas redondeadas y su silueta masiva (
). Es un ave reacia a volar, pues confía plenamente en las virtudes de su mimética librea, pero, si siente una amenaza próxima, emprende un vuelo errático y zigzagueante a baja altura entre los árboles.
Canto
El macho, cuando ejecuta su vuelo de cortejo sobre el dosel forestal, repite un sonido ronco que finaliza en reclamo chirriante: uorc uorc uorc schiquit.