Chotacabras cuellirrojo (Caprimulgus ruficollis)
Aves enigmáticas y muy poco conocidas, los chotacabras cuellirrojos son unas criaturas nocturnas, de plumaje extremadamente críptico y dotadas de notables adaptaciones para la caza de insectos en vuelo, como son su silencioso batir de alas, una gran cavidad bucal para papar a sus presas en el aire, enormes ojos oscuros y la posesión de vibrisas táctiles en torno al pico. Muy sensibles a las transformaciones del hábitat y a los atropellos, la población de estos caprimúlgidos parece estabilizarse después de años de regresión.
Clasificación
Orden: Caprimulgiformes
Familia: Caprimulgidae
Longitud
24-28 cm
Envergadura
52-59 cm
Identificación
El chotacabras cuellirojo, el mayor representante del género Caprimulgus en Europa, y como todos los integrantes de este orden, es un ave que luce un plumaje extraordinariamente mimético que le permite pasar absolutamente inadvertida cuando se posa entre la hojarasca o en la rama de un árbol.
Un rasgo identificativo es la posesión de una banda de color herrumbre que, a modo de collar, se extiende por la garganta y el pecho (
).
Las alas y la cola son largas y aparecen adornadas en su extremo por llamativos ocelos blancos (visibles solo en vuelo) que resultan más evidentes en el macho (
)
El vuelo es errático, como vaporoso, a veces operado con profundos aleteos que el ave alterna con frecuentes planeos mientras mantiene las alas en forma de “V” (
)
Canto
Su sonido característico es un canto disilábico, muy sonoro, repetitivo y audible a gran distancia, semejante a un kiotoc-kiotoc-kiotoc aparentemente electrónico. La hembra realiza un ronco tsche-tsche-tsche.