Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax)
Habitante de los tajos fluviales, de las escarpadas paredes altimontanas, de los roquedos serranos, de los acantilados costeros y, en general, de los más abruptos y ásperos parajes, la chova piquirroja es un ave acróbata y bastante sociable, que se alimenta fundamentalmente de invertebrados. Antaño frecuente en muchas zonas de nuestro territorio, la intensificación agrícola, el uso de plaguicidas y la pérdida de lugares de nidificación han hecho disminuir sensiblemente sus poblaciones.
Clasificación
Orden: Passeriformes
Familia: Corvidae
Longitud
37-41 cm
Envergadura
68-80 cm
Identificación
Este mediano córvido, de tamaño algo mayor que una grajilla, presenta un gran parecido con su cercano pariente la chova piquigualda, de la que se diferencia básicamente por tener el pico más alargado y curvo, con una intensa coloración rojiza. Este vivo color se adquiere durante el primer invierno de vida del ave, ya que en los jóvenes es de tonalidad amarillo-parduzca.
Como resulta habitual en la familia, el plumaje es intensamente negro, adornado con irisaciones metálicas azules y verdosas (
).
Aves gregarias y bulliciosas, suelen organizarse en multitudinarios bandos que sobrevuelan cortados y cárcavas, mientras realizan acrobáticas maniobras y picados. Durante estos vuelos lucen su característica silueta, en la que destacan unas alas anchas y profundamente digitadas. La cola es corta y cuadrangular (
).
Canto
Cuando se desplaza en bandos, este córvido suele emitir con frecuencia un característico reclamo penetrante y metálico, que se podría transcribir como quíak. El resto de las vocalizaciones que produce consisten mayoritariamente en derivaciones del sonido ya descrito, como chiia, cheew, etc.