Corredor sahariano (Cursorius cursor)
Las islas Canarias aportan a la fauna europea unas pocas especies de gran singularidad y elevado interés ornitológico. Una de ellas es una curiosa
limícola, amante de los áridos jables y pedregales de las islas orientales, donde se concentra la práctica totalidad de la población europea de esta
especie propia de los resecos desiertos norteafricanos y arábigos: el corredor sahariano.
Clasificación
Orden: Charadriiformes
Familia: Glareolidae
Longitud
24-27 cm
Envergadura
51-57 cm
Identificación
El corredor sahariano es una limícola de aspecto peculiar, estilizada y de patas relativamente largas, que suele desplazarse por el suelo a gran velocidad con la cabeza baja. Cuando está parada, sin embargo, tiende a adoptar una postura muy erguida.
Los adultos son de un color terroso uniforme poco llamativo, del que solo destaca una marcada ceja doble, blanca y negra, que se une en la nuca formando una “V” y delimita la mitad posterior del píleo, que es de color gris. La cara inferior de las alas es negra (
).
Los jóvenes lucen un plumaje de aspecto escamoso, con abundante moteado en el cuello y la cabeza, y la ceja bicolor característica de los adultos resulta en ellos poco llamativa.
Canto
Lo más habitual es que emita tanto en vuelo (
) como posado un reclamo no demasiado agudo y algo nasal similar a un cuet.
Más información
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