Ibis eremita (Geronticus eremita)
El ibis eremita , gracias al programa Proyecto Eremita, vuelve a poblar algunos puntos de la geografía gaditana, tras haber desaparecido en Europa a lo largo del siglo XVII. En la actualidad la única población totalmente silvestre y autosuficiente es la de Marruecos, y los núcleos establecidos en el sur peninsular siguen viéndose reforzados con la suelta de ejemplares jóvenes criados en cautividad, ya que la alta tasa de mortalidad no garantiza aún el futuro de nuestras colonias.
Clasificación
Orden: Pelecaniformes
Familia: Threskiornithidae
Longitud
70-80 cm
Envergadura
1,3 m
Identificación
El ibis eremita presenta un plumaje negro, con reflejos metálicos verdes y púrpuras, caracterizado en la edad adulta por exhibir una cabeza pelada y roja, un pico también rojo, largo y curvo, y unas largas plumas colgantes sobre la nuca y la parte alta del cuello (
).
Los inmaduros son más apagados, con cabeza más oscura y plumas ornamentales menos desarrolladas. Resulta algo más grande que el morito común.
Canto
Ave silenciosa habitualmente, emite varios silbidos y gruñidos guturales en el nido y en exhibición.