Roquero rojo (Monticola saxatilis)
Ave típica de montaña, donde aparece en la época estival. Habita en parajes donde se alternan zonas de roquedos con otras de matorral y pastizales. El macho resulta inconfundible, con un bello diseño cromático, mientras que la hembra muestra una tonalidad más parda y discreta. A pesar de estar presente en gran parte de nuestros macizos montañosos, es una especie poco abundante.
Clasificación
Orden: Passeriformes
Familia: Muscicapidae
Longitud
18,5 cm
Envergadura
33-37 cm
Identificación
El roquero rojo macho exhibe un plumaje singular e inconfundible. Su cabeza y espalda lucen un color azul grisáceo, que contrasta notablemente con el naranja que cubre el pecho, el vientre y las infracobertoras caudales. Muestra una amplia mancha blanca en la parte posterior de la espalda (
), posee alas oscuras y tiene el pecho y la cola anaranjada, esta última con una banda central parda.
Las hembras presentan la cola teñida de manera similar a los machos, pero su cuerpo es pardo, con las plumas terminadas en una banda clara que les otorga un aspecto vermiculado (
).
Los jóvenes volantones resultan muy similares a las hembras.
Canto
El macho canta posado y en vuelo. Con frecuencia inicia su melodía en vuelo lento y ascendente. La intensidad del canto culmina en la parte más alta de su recorrido, donde puede mantenerse unos instantes. Después cesa de cantar y se deja caer bruscamente, con las alas y la cola desplegadas (
). Tras este despliegue no aterriza, sino que reinicia el proceso, alcanzando menor altura. Posteriormente se posa y continúa con su canto. Emite diferentes gorjeos y notas, algunas de las cuales recuerdan a las del roquero solitario o a las de los pinzones vulgares y otros fringílidos. La alarma del roquero rojo consiste en un corto y agudo buii, similar a los reclamos del roquero solitario. Las llamadas son agudos piídos, cortos y fuertes: uiit-uiit-uiit…, buit-buit.