Urraca magrebí (Pica mauritanica)
Ave Ocasional
Clasificación
Orden: Passeriformes
Familia: Corvidae
Longitud
40-51 cm
Envergadura
52-60 cm
Identificación
La urraca magrebí, córvido de mediano tamaño, es muy parecida a la urraca común, de la que se consideró conespecífica hasta 2018.
Presenta como rasgo más diferenciador la carúncula azul metalizado que muestra tras el ojo (
).
La cabeza, hasta el pecho, y todo el manto son negros con irisaciones, al igual que la cola, más larga que la de la urraca común. Por el contrario, en la magrebí las alas son más cortas, con la parte superior negra y escapulares blancos.
La zona blanca del vientre es más corta en la magrebí.
Ecología
La urraca magrebí prefiere zonas abiertas con árboles dispersos o pequeñas áreas boscosas, incluidas tierras de cultivo, pastos y claros de bosques. Como la urraca común, puede también habitar zonas humanizadas como parques y jardines.
De naturaleza omnívora, se alimenta de frutas y semillas cuando están disponibles, así como de restos de comida, escarabajos, lagartijas, pequeños mamíferos, ranas y huevos y polluelos de otras aves, así como de carroña.
Ambos sexos colaboran en la construcción del nido, una estructura abovedada compuesta de palos y ramitas y revestida con fibras más suaves y pelo de animal, siempre en altura.
La puesta consta de entre 4 y 6 huevos y el periodo de incubación se prolonga durante 21 ó 22 días, tras los cuales nacen los pollos.
Los volantones dejan el nido transcurridos 24-32 días.
Distribución en el mundo
La urraca magrebí se distribuye por el norte de África, desde Túnez hasta el norte del Sáhara, pasando por el norte de Argelia y Marruecos.
Citas en España
La urraca magrebí, considerada hasta 2018 conespecífica de la común, se ha observado ocasionalmente en Ceuta desde los años 90, aunque las homologaciones se han realizado muy recientemente.
En febrero de 2022 se observaron dos ejemplares en el Faro de Hacho, Ceuta, uno de los cuales continuó observándose hasta marzo.
Al mismo tiempo, se tuvo constancia de otras cinco antiguas observaciones de la entonces considerada subespecie de la urraca común, en los años 1991, 1994, 1999, 2004 y 2007, aunque por falta de documentación fidedigna o fotografías no fue posible homologarlas formalmente.