Cetia ruiseñor (Cettia cetti)
Muchas de nuestras espesuras ribereñas y carrizales cuentan con un pequeño inquilino, que rara vez se deja ver, pero que deja oír a menudo un insistente y característico canto, que emite incluso en los fríos días invernales. Se trata del cetia ruiseñor, un pajarillo discreto y escondedizo, de rasgos poco llamativos, que se refugia entre la vegetación cercana al agua y que prefiere climas suaves y cálidos, por lo que sus poblaciones pueden verse muy afectadas durante los inviernos rigurosos.
Clasificación
Orden: Passeriformes
Familia: Cettidae
Longitud
13-14 cm
Envergadura
15-19 cm
Identificación
El cetia ruiseñor es un pájaro de pequeño tamaño, de diseño muy discreto y aspecto rechoncho, con alas y cola redondeadas. Presenta el dorso de color pardo-rojizo oscuro y las zonas inferiores grisáceas, con motas claras en las infracoberteras caudales. Posee una ceja pálida, así como una zona auricular grisácea y un pico muy fino (
). Ambos sexos son iguales en apariencia y solamente se diferencian por pequeñas variaciones de tamaño.
De hábitos escondidizos, resulta difícil de observar, pero es, en cambio, muy fácil de detectar en las espesas marañas ribereñas que frecuenta por su inconfundible y sonoro canto. Cuando se desplaza entre la vegetación, levanta y despliega frecuentemente la cola.
Canto
Posee un canto muy característico, potente y fácil de reconocer, que puede ser escuchado durante todo el año. Se trata de una súbita y explosiva sucesión de dos o tres notas, que podrían transcribirse como cuchí-cuchí-cuchí.
Más información
Consulta el siguiente enlace para ampliar la información sobre esta especie.
VER LA MONOGRAFÍA