GUÍA DE AVES

Pato havelda (Clangula hyemalis)

Pato havelda (Clangula hyemalis)

Pocas veces es posible contemplar en las costas ibéricas durante el invierno a un bello y pequeño pato de tendencias marinas que, hasta hace poco

tiempo, era considerado una verdadera rareza en nuestro territorio. Se trata del pato havelda, un habitante de las frías tundras y montañas del norte del

continente, que inverna en los litorales del mar Báltico y del mar del Norte.

Clasificación

Orden: Anseriformes

Familia: Anatidae

Longitud

39-47 cm

Envergadura

65-82 cm

Identificación

Este pato pequeño y de aspecto delicado se caracteriza por poseer un pico corto y una larga cola en todos los plumajes y edades.

El macho adulto, en invierno, es un ave inconfundible, pues exhibe la cabeza y el cuello de color blanco, en vivo contraste con los carrillos y el pecho oscuros. El manto es grisáceo y aparece surcado longitudinalmente por una banda negra que parte de la base del cuello y se prolonga hasta la larga cola. En verano luce una tonalidad mucho más oscura en casi todo el plumaje, que se torna negro en el pecho, el cuello y la cabeza salvo una zona ante y una pequeña franja en el ojo, y bastante oscuro en el dorso, donde las plumas aparecen orladas de ante. Las partes inferiores son grisáceas y la cola, negra (
).

El plumaje nupcial de las hembras resulta más discreto, y en él dominan los tonos marrones en el pecho, el cuello y la cabeza y un diseño similar al del macho, aunque más apagado, en las regiones dorsales. La cola es ostensiblemente más corta que en los machos adultos. En invierno, las hembras presentan una cierta variedad de plumajes, que tienen en común los tonos blanquecinos de la cara (a excepción de las mejillas, marrones), una coloración blanquecina o grisácea en las regiones ventrales y el dorso más bien castaño con algún tono rojizo (
).

Los jóvenes son bastante pardos, y sus partes inferiores muestran una variación gradual de color desde el blanco de la popa hasta los tonos parduzcos en el cuello.

Canto

El macho emite un o-oa-aouua bastante nasal, similar a la voz humana; cuando se reúne en bandos, su sonido recuerda a una banda de gaitas. Ambos sexos profieren también un gac bajo y nasal, que se suele oír entre los bandos en migración.

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